jueves, 24 de mayo de 2012

No veo banqueros suicidándose

Nos estamos equivocando. Mucho. Los ciudadanos y la presunta e hipotética suma de los mismos, los Estados. Los primeros por desidia y los segundos por negligencia. El españolito de a pie hace tiempo que dejó de interesarse activamente por la política y se dedicó a votar una siglas o un cartel electoral sin conocer programas ni propuestas; y, a tenor de esto último, los partidos políticos llamados a formar Gobierno en nuestro país (PP y PSOE) dejaron de escuchar a la calle y vieron vía libre para hacer y deshacer a su antojo en función de los intereses de sus principales patrocinadores y/o dueños, los bancos. No es que antes le hicieran mucho caso a sus votantes, pero al menos los escuchaban. Ahora, ni eso. Y que no se te ocurra protestar por tus derechos.
Pero dejando de lado la coyuntura política, que es la que nos ha llevado a la actual situación de crisis galopante, me planteo que nos estamos equivocando en intentar salir de la crisis aplicando medidas que todos sabemos positivamente que ni van a repuntar la economía de la mayoría de la gente ni van a hacer descender las cifras del paro o la inflación. Me explico. La mayor catástrofe bursátil/financiera mundial hasta hace apenas cinco años ocurrió en Estados Unidos en 1929, lo que todos conocemos como “el crack del 29” y, aunque las causas no fueran las mismas en su esencia, los resultados a pie de calle sí lo fueron, con una escandalosa cifra de desempleados, pérdida de los ahorros de muchos ciudadanos y un 20 por ciento de las familias en situación de hambruna. Vamos, como Grecia desde 2010. O como España dentro de unos meses.
Sin embargo, en aquel momento el Gobierno de los EEUU adoptó una serie de medidas conocidas como el “New Deal” en las que, de la noche a la mañana –literal- y tras depreciar el dólar, básicamente se reducía la jornada laboral en un 30 por ciento al tiempo que se incrementaba el salario medio del obrero en otro tanto. De este modo no sólo se consiguió reducir de forma notable el paro de una forma directa, sino además reactivar la economía de forma indirecta, pues la fórmula ‘Dinero+Ocio’ siempre deriva en un incremento directo del consumo. Junto a esto, una serie de medidas para ejercer un mayor control de los mercados bursátiles y –sobre todo- las empresas que operan en ellos permitió en apenas unos años que EEUU volviera a ser lo que era y, de paso, se implicara en la Segunda Guerra Mundial, lo que definitivamente catapultó la economía norteamericana a nivel mundial.
Ochenta años después, parecemos empeñados en olvidar la Historia y seguimos intentando apagar los fuegos con gasolina, en España y en Europa. Hacemos lo contrario que EEUU con el “New Deal”. No sólo se están recortando brutalmente los derechos de la clase trabajadora, conseguidos con mucho esfuerzo tras cuarenta años de negra dictadura, sino que además se reduce la inversión básica en Educación y Sanidad y se intenta reactivar la economía inyectando capital en las entidades financieras causantes –en buena parte- del desastre económico global del sistema capitalista. Craso error. No soy economista, pero sé que nada de ello paliará la realidad actual de los casi seis millones de parados españoles.
Y súmenle otra gran diferencia, además: En 1929 los banqueros saltaban de lo alto de sus rascacielos para suicidarse y ahora, por el momento, no hay visos de que ninguno siquiera se asome a la ventana.

3 comentarios:

  1. Estoy totalmente de acuerdo, estamos olvidando lo que paso hace ochenta años, volvemos a tropezar en la misma piedra, ya lo dice el refran, "ELlos" que se van a suicidar hombre ¡¡¡, que ilusos somos, "ellos"(politicos y banqueros), se dedican a "jubilarse" a lo grande, buenas pagas, dividendos, etc...para ellos, los que nos debiamos suicidar somos nosotros, (asi ha ocurrido ya en grecia, y ya esta pasando en otros paises, en fin, que nos pillen confesaos...en donde sea claro.

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  2. Hay que decir que una serie de diferencias que impiden un "New Deal" a nivel europeo. Primero, Alemania no quiere oir hablar de medidas de crecimiento que incrementen la deuda pública. Segundo, los 27 tenemos una moneda común que impide una depreciación del euro, más teniendo en cuenta que el Banco Central Europeo hace tiempo que se rasca la barriga sin mirar al resto del mundo. Tercero, háblale a los empresarios de reducir jornadas y de incrementar sueldos (lo contrario a lo que se ha aprobado con la Reforma Laboral). En lo que sí debería ponerse la pilas Europa es en impulsar medidas de estímulo, y dejar las tijeras guardadas en el cajón

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  3. @JJBROWN: Gracias por dejar tu comentario.

    @Raúl: Si el problema es el euro, nos salimos y punto. No seríamos los primeros ni los últimos si no cambia la cosa.

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