lunes, 13 de octubre de 2014

La improvisación como protocolo

"Se ha seguido el protocolo", "el protocolo no ha fallado" y otras lindezas como éstas son las que se han vendido desde el Gobierno español en las últimas dos semanas al respecto del primer caso de contagio de ébola registrado en Europa. Y digo "vendido" porque en estrategias de comunicación las informaciones se venden, se colocan, se imponen y acaban siendo aceptadas por la mayoría gracias a los poderes de la publicidad y la mercadotecnia. Reconozco abiertamente que no soy un experto en enfermedades virulentas hipercontagiosas, pero en lo mío (comunicación/periodismo) creo que sé algo, y cuando contemplas cómo se trata de imponer una versión a pesar de que a todas luces raya lo surrealista -por lo absurdo y extremo del caso- no queda más remedio que saltar a la palestra e intentar defender la verdad, o lo que los hechos nos permiten interpretar como la verdad.
 
Remontémonos al pasado 7 de agosto, día en que el Gobierno del PP repatria al misionero contagiado (el denominado 'caso 0'), desoyendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y otras autoridades internacionales e importando con ello el virus al continente europeo. Recuerdo perfectamente las imágenes que se permitieron emitir, con personal del avión, de las ambulancias y de la Policía sin ningún tipo de protección y a escasos metros del enfermo moribundo; recuerdo igualmente esos trajes -supuestamente NBQ- sellados con cinta americana al más puro estilo 'Pepe Gotera y Otilio'. Esto es España, amigos, y ya sabemos que aquí con un poco de masilla y/o cinta americana solventamos cualquier contingencia. Me acuerdo del mismo modo que los sindicatos del sector sanitario se echaron las manos a la cabeza cuando se confirmó el traslado de Miguel Pajares, sabiendo que en España no hay ningún hospital con Nivel 4 de aislamiento, el mínimo exigido a nivel mundial para contener y tratar este tipo de enfermedades; de hecho, el Carlos III de Madrid sólo tiene reconocido un Nivel 2 y algunos elementos de Nivel 3 para manejo de muestras.
La hemeroteca, esa permanente enemiga del gobernante, nos evoca también las medidas de "extrema seguridad" adoptadas, como cerrar una planta entera de un hospital afectado duramente por los recortes sanitarios, tanto en personal como en medios, para atender un sólo caso de infección. O que el Gobierno rechazó el 'plan B' ofrecido por los expertos militares en bioseguridad del Ejército español, entrenados y cualificados por la OTAN, para que gestionase esta situación, desechando la ayuda, precisamente, de las unidades más preparadas ante este tipo de amenazas.
Aún así, y siempre por desgracia, falleció el 'caso 0' no sin antes transmitir su virulenta carga a Teresa Romero, una de las enfermeras que le atendía en el Carlos III, convirtiéndose en el 'caso 1', el primer contagiado por ébola en toda Europa. Y a partir de ahí el desastre a nivel protocolario no sólo porque la imagen internacional de la 'Marca España' se fue al carajo, no, sino por el oprobio y vergüenza de una Ministra de Sanidad que no sabe responder a preguntas de medicina, por las nulas medidas de seguimiento al personal en contacto con el 'caso 0' y sus familias (seis días se tardó en conocer el contagio y porque Romero insistió en que le hicieran las pruebas dada su fiebre), por el lamentable espectáculo de una mascota sacrificada sin saber siquiera si portaba el virus, y, sobre todo, por la torticera manipulación de la opinión pública a través de una campaña orquestada desde los 'medios afines' -los que viven de la teta del Gobierno- para culpar a la víctima de su contagio.
Ni una fusión de Kafka, Savater y García Berlanga podría alumbrar semejante guión, digno de una sobremesa de Antena 3. Digámoslo abiertamente (al menos yo lo hago), estamos en manos de incapaces cuyo único protocolo es negar la mayor y tirar para adelante sin pensar en las consecuencias. Los mismos que gestionaron la crisis del 'Prestige', los mismos que despacharon los accidentes del Alvia, el Yak-42 o el Metro de Valencia. Los mismos. Y eso, queridos, es peligrosísimo.

lunes, 7 de julio de 2014

Elecciones anticipadas: La tumba de Fabra

El rumor NO es la antesala de la noticia, pero muchas veces ayuda a comprender el panorama en el que la supuesta noticia se va a desenvolver. El presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, lleva unos tres meses desmintiendo por activa o por pasiva que se vaya a anticipar la convocatoria de Elecciones Municipales y Autonómicas, y sin embargo éste fue el tema principal de conversación en la sorprendente reunión que mantuvo el pasado sábado con su equipo de Gobierno; ése y la financiación autonómica, aunque ahí no hay nada que debatir puesto que vivimos de 'Papá Estado'. Hace poco un compañero economista -y bastante bien situado en Madrid- me contaba que, desde hace dos años, en la Comunidad Valenciana estamos viviendo al día y gracias a lo que él acertadamente denomina como 'la paga semanal'; fue duro saber la verdad, pero reproduzco sus palabras de modo literal: "mira, os pasa como al chaval que el martes ya se ha gastado la paga semanal que papá le dio el sábado, y aún le quedan cuatro días por delante, que te tienes que apañar con lo que hay y si no puedes comprar tabaco, pues te jodes".

Sobreviviendo a duras penas gracias al FLA, las cuentas autonómicas sangran rojo por todas partes, y así un mes hay para pagar a los abogados del turno de oficio, otro para atender la deuda farmacéutica, y otro para tranquilizar a algunos proveedores, pero a todos al mismo tiempo no, porque no hay, y lo poco que reducimos por esa vía la inmensa deuda de 33.864 millones de euros (casi el 35% del PIB autonómico) es a costa de los impuestos del resto de los españoles. Mientras, Cristóbal Montoro sigue pidiéndonos recortes -es su rol, y lo clava- y negando una mayor financiación a los valencianos a pesar de los claros desequilibrios existentes con respecto a otras regiones. Y todo ello, además, con los desastrosos resultados de las recientes Elecciones Europeas como mar de fondo. Marejada en el Palau.

Pues el rumor apunta a que, por mucho que lo desmientan Fabra o María José Catalá, se va a producir un adelanto de la cita electoral autonómica, previsiblemente para que la caída de votos del PP en la Comunidad Valenciana no sea tan catastrófica como prevén las encuestas, y para evitar asímismo que el cabeza de cartel -jamás elegido por las urnas- sufra más desgaste por los numerosos casos de corrupción que le afectan de modo directo e indirecto. Por el momento (y por lo que yo sé) es una opción que valoran especialmente dos de los tres presidentes de las Diputaciones Provinciales, ya que la mayoría de ayuntamientos sigue siendo del PP, y de ahí emana su poder provincial, que caería si se da la vuelta a la tortilla; de hecho, alguno de ellos pronostica -y postula- con la boca pequeña que, de caer Fabra, su sucesor sería él mismo; lo hace un hombre de escasa talla política... ustedes me entienden.

Alicante y Valencia siguen siendo, por ese orden, la segunda y tercera provincias que más votos aportan al PP a nivel nacional tras Madrid, pero su volumen global (que no porcentaje) ha ido reduciéndose paulatinamente a lo largo de los años exactamente igual a lo que le ha pasado al PSOE en Andalucía: morir de éxito, se llama. Y Fabra, tras veinte años de más que cuestionable 'éxito' del PP en la Comunidad Valenciana, ha perdido crédito político a la misma velocidad que pelo en su cabeza, y está francamente asustado porque, pase lo que pase, se ve fuera de la poltrona; si se descalabra en las urnas y pierde la Generalitat, no le veo haciendo oposición en las Cortes, y si se mantiene ya es consciente que la lucha por su sucesión ha comenzado, y que Génova quiere otra cara no afectada por la corrupción para el próximo cartel electoral. También en Madrid buscan un 'campeón' a lo Arenas (o, en su época, a lo Zaplana), alguien que sepa cómo ganar unas Elecciones... cosa que Fabra no ha hecho nunca, ni para acceder en su momento a la Alcaldía de Castellón ni para sentarse en el sillón de la Plaza de Manises. Con todo, me atrevo a decir que, a fecha de hoy, no sólo habrá convocatoria anticipada de Elecciones, sino que éstas serán, además, la tumba política del actual presidente de la Generalitat Valenciana.

Imagen: El Mundo

martes, 27 de mayo de 2014

¿Podemos con la implacable Ley D'Hondt?

Nunca la palabra 'cambio' tuvo tanto sentido. La usó el PSOE en su eslogan de 1982 ('Por el cambio') y el PP en 2011 ('Súmate al cambio') para abrir y cerrar un ciclo de ilusión democrática en la que ambos disfrutaron de un bipartidismo gubernamental que pagamos y subvencionamos los ciudadanos, pues les votamos en masa despreciando a las minorías gracias a un sistema electoral -la LOREG- que así lo estableció en 1985. Pero el cambio de verdad ha llegado en 2014 con los de Podemos y su casi 1'3 millones de votos en unas Europeas con una abstención del 55%.
 
Golpe a la izquierda (se convierten en cuarta fuerza política a 300.000 votos de IU) y golpe a un sistema en el que cada vez confía menos gente. Los de Pablo Iglesias -curioso que se llame como el fundador del PSOE- parece que han llegado para quedarse y, de entrada, ya tienen cinco escaños en Bruselas. Con un partido fundado hace apenas cuatro meses y la esencia del 15-M por bandera, un movimiento ciudadano reconvertido a político ha dado un enorme sopapo a España, haciendo que despertara de la modorra de las últimas tres décadas.
 
Y todo eso a un año y medio -si no se adelantan- de unas Elecciones Generales en las que no habrá tanta abstención y en las que la implacable Ley D'Hondt volverá a otorgar su favor a los dos 'grandes'... si no se acentúa el cambio ocurrido el pasado domingo. Con voz en Europa y un discurso arriesgado por lo comprometido, Podemos tiene en sus manos un magnífico altavoz para estrenar a lo grande su futura presencia en la Carrera de San Jerónimo. Aplicando el símil futbolístico, se puede decir que los de Iglesias ya han puntuado en Champions sin siquiera haber jugado nunca en la Liga. Para descubrirse, oigan.
 
Ahora bien, la Liga es otra cosa, y Pablo Iglesias no es el 'Cholo' Simeone; en España han de entender que el rival no son los dos 'grandes', sino el propio sistema de competición y, sobre todo, el reparto de los derechos televisivos. Seguirán restando votos a PP y PSOE, sí, pero su lucha está en convencer a la ciudadanía de que cuantos más votos -y, sobre todo, en determinadas provincias-, mejor. Más de un millón de votos en un debutante es una auténtica barbaridad. Dejando aparte su ideario político, Podemos es el verdadero cambio de regeneración democrática que otros proclamaban, apropiándoselo. Es la esperanza de que el sistema caiga desde dentro, porque para que nazca un sistema de sociedad más igualitario y humano, es necesario que se derruya el actual. Y cuanto antes, mejor.

martes, 13 de mayo de 2014

Ojo por ojo: de Gamonal a León

Previsible. Incluso predecible. Sin pecar de Rappel, llevo más de cinco años diciendo que lo que pasó ayer en León (asesinato de la presidenta de la Diputación a manos de una ciudadana en lo que parece una venganza) era inminente. Ciudadanos/víctimas contra políticos/verdugos. Son demasiados años de crisis, demasiados años de frustración, demasiados años de mentiras, demasiados años de cargar sobre la ciudadanía los desmanes de cuatro hijos de puta. Demasiados años de suicidios cambiados por hipotecas. Demasiados años salvándole el culo a la banca y a los amigos mientras se condena al trabajador. Demasiados años como para que la chispa de Gamonal (Burgos), en la que la mayoría de la gente cambió la triste realidad gubernamental tomando la calle a las bravas, no prendiera en algún/a desquiciado/a y se llevara a un cargo público por delante.
Los que me conocen me han escuchado reiteradamente afirmar que no me extraña en absoluto que pasen estas cosas. Y más que van a pasar. No lo justifico, no lo comparto, pero siendo pragmático y analítico, lo entiendo. Y teniendo en cuenta la perspectiva histórica, podría decir que hasta en cierto modo lo respeto, porque cuando se perpetúa el sistema de castas, se desprecia sistemáticamente a los de abajo, se favorece eminentemente a los de arriba, se mutila lo público para oxigenar lo privado y se humillan y reprimen derechos fundamentales, cuando se le aprieta a la gente hasta casi ahogarlos, lo lógico es que la gente acabe saltando sobre el cuello del que gobierna de esa manera. Lo lógico, lo natural... e históricamente lo previsible.
Porque encuentro lógico -no es el caso, pero podría ser- que una persona cuya pareja e hijos lleven años en paro, que tenga algún familiar dependiente o discapacitado al que hayan retirado las ayudas, que esté a punto de perder la casa por la maldita hipoteca y al que encima hayan multado con 3.000 euros por el simple hecho de ejercer su derecho a manifestarse, coja una mañana y en un arrebato desquiciado tire de recortada y se lleve a un político por delante. Lógico, eso sí, tras años de vejaciones y recortes a nivel social, sanitario y educativo; y lógico pues el político es el que asume esas decisiones (que en realidad toman otros) y el que se llena el bolsillo en A y en B por aplicarlas. Resulta triste -o quizá esperanzador- pensar que por este camino estaríamos abocados a una revolución... si no viviéramos en España.
Ésa es la gran ventaja con que cuentan los políticos españoles, que el nivel intelectual del ciudadano medio es bajo mientras su nivel de conformismo (o capacidad de sufrimiento) es alto. De hecho, lo primero suele llevar a lo segundo: cuanto más embrutezcas al pueblo, más bajo será su perfil y así se comportará. Reza el dicho que "no hay mal que cien años dure"... a lo que el gracejo popular siempre ha añadido por lo bajini "ni gente que lo soporte". Pues bien, en España llevamos soportando cuarenta años de dictadura fascista y otros cuarenta de pseudodemocracia vendida al capital, así que lo de los cien años de mal, como broma, ya ha durado bastante.
El asesinato de Isabel Carrasco resulta duro, asqueroso y reprobable, pero resume y lanza un mensaje a todos, políticos y ciudadanos: no estamos en el mejor de los caminos para aspirar a un futuro esperanzador precisamente. Con el 'ojo por ojo' acabaremos todos ciegos, que tuertos ya nos han dejado.

viernes, 31 de enero de 2014

Auge y caída de un falso icono

Calatrava no ha logrado cortar las visitas a la web a pesar de su denuncia

El arquitecto Santiago Calatrava anunciaba ayer que interpondrá una denuncia contra Esquerra Unida por haber puesto en marcha una web en la que, según el equipo jurídico del arquitecto, se atenta contra su derecho al honor y a la propia imagen, y porque esa misma web podría haber sido la causa de no haber acometido nuevos proyectos profesionales. Ese menoscabo a su honor vendría por la imagen que ilustra este sitio en Internet, en la que se ve al arquitecto junto a Carlos Fabra y a Francisco Camps.
La fotografía en sí es muy significativa, no por los protagonistas, que también, sino por ser el icono de una época en la Comunidad Valenciana, una época en la que había dinero para cualquier proyecto faraónico, una época en la que los grandes eventos y la política del cartón-piedra eran la norma. Esa fotografía, además, representa el esplendor que ha vivido Calatrava en la Comunidad Valenciana gracias a la aquiesciencia de los gobernantes del Partido Popular. Aspectos como proyectos fallidos o facturas sin IVA no importaban. Hasta el Consell le entregó su Alta Distinción en reconocimiento a su labor. Calatrava había conseguido entrar en ese selecto club donde algunos miembros de la clase dirigente ya se encuentran por encima del bien y del mal.
Todo eso se ha acabado. Carlos Fabra y Francisco Camps pintan ya muy poco en el panorama político de la Comunidad Valenciana. Mientras Calatrava cobraba las facturas a la Generalitat Valenciana no le importaba que se le viera con los prohombres de entonces, hoy arrinconados y apartados. Atrás quedan sobrecostes en obras faraónicas o facturas millonarias por simples proyectos sin maqueta. Atrás quedan incluso argumentaciones peregrinas para justificar sus altos honorarios. Poco a poco se ha ido demostrando que las obras de Calatrava son un desastre, en todos los sentidos. Pero ya da igual, porque el arquitecto valenciano ya había corrido a Suiza, buscando ventajas fiscales. Las denuncias de otras ciudades en las que el arquitecto ha dejado su "arte" crecen: Haarlemmermeer -Holanda-, Oviedo, Murcia o Venecia son sólo unos ejemplos.
Santiago Calatrava ha ganado mucho dinero a costa de los valencianos. Las obras de Santiago Calatrava han costado mucho dinero a los valencianos, gracias sobre todo a la complicidad de unos gobernantes a los que no les importó pagar sobrecostes casi imposibles con tal de tener un icono en el Cap i Casal. Ahora, el arquitecto quiere amordazar a la oposición que ha destapado parte de la mierda que se esconde bajo las alfombras del Gobierno Valenciano, en parte por una cuestión de interés económico, en parte por una cuestión de ego personal. Los ciudadanos valencianos ya saben cómo es en realidad ese icono de modernidad y valencianía que desde hace años han vendido los gobernantes del Partido Popular. Ese icono ha caído, igual que ha caído el trencadís del Palau de Les Arts, igual que las gotas de lluvia que se cuelan por las grietas del Ágora, igual que la gente que se cae en los puentes que ha diseñado.
Sólo hubiera faltado que Calatrava diseñara el aeropuerto de Castellón.

miércoles, 29 de enero de 2014

No es un topo, es una víbora

Reza una frase atribuida a Nicolás Maquiavelo que hay que mantener a los amigos cerca, y a los enemigos aún más cerca. Me viene a la mente a raíz de las investigaciones cuasi inquisitoriales que ha puesto en marcha el Palau de la Generalitat Valenciana a causa de las filtraciones que han desvelado los desmanes económicos consentidos y/o promocionados por Alberto Fabra en la persona de su "estrecha colaboradora", su "amiga íntima", su "asesora personal"... la Secretaria Autonómica de Organización, Coordinación y Relaciones Institucionales de Presidencia de la Generalitat Esther Pastor. Se habla de la existencia de un topo en el Palau, y no va desencaminada la propuesta, aunque se me queda muy corta ante la magnitud del pseudocomplot que rodea a la figura del Molt Honorable. No es que haya un topo, sino más de uno, contando con que buena parte del funcionariado valenciano anda cabreado con la reducción de nómina o la pérdida de pagas extraordinarias de los últimos años, amén del comportamiento generalizado de un Gobierno despótico y cercano al absolutismo.
 Filtraciones ha habido siempre, bien por el puro interés del que 'coloca' la noticia o bien por la capacidad de los periodistas que buscan la misma; de hecho, la mayoría de informaciones 'de verdad' que atañen al ámbito político/judicial (dos sectores, por desgracia, cada vez más convergentes) provienen de filtraciones o rumores interesados. Ante ello, siempre hay que preguntarse qué gana el topo pasando ese tipo de información. ¿El simple gusto de descubrir hechos denunciables y supuestamente delictivos que ridiculizan a su jefe directo y lo ponen a los pies de los caballos Ante la opinión pública? ¿O hay que ir más allá?
Vayamos un poco más allá y recordemos que Alberto Fabra accede a la Presidencia de la Generalitat tras la dimisión forzada de Francisco Camps por el caso de los trajes dentro de la trama Gürtel. Desde la Alcaldía de Castellón y con el beneplácito de Génova se le sitúa como 'hombre neutro' al frente de la autonomía pero dentro de una maquinaria administrativa hecha a imagen y semejanza del otrora delfín de Rita Barberá; previamente, Camps se había encargado de cercenar las cabezas visibles -y las invisibles- de su predecesor, Eduardo Zaplana (el paso de José Luis Olivas por la Presidencia fue testimonial y anecdótico), así que con su indigna salida del cargo dejó de herencia a Fabra una Administración monolítica y 'campsista', que en parte no tragó con los nuevos aires reformistas del castellonense.
Así las cosas, y dejando aparte la existencia de topos que filtren material sensible acerca de los desmanes político/financieros de la administración valenciana, mantengo la teoría de que por encima de ellos existe, coordinándolos o incluso dirigiéndolos según una agenda perfectamente definida de aquí a la designación del candidato a las próximas Elecciones Autonómicas, algún/a personaje del mismo Partido Popular de Camps dinamitando la acción de Gobierno de Fabra desde dentro. Una víbora, vamos. Alguien capaz de traicionar a sus propios compañeros de partido -cuando no jefes- con tal de seguir medrando ante la vieja guardia del PP valenciano (sector Opus) y de ese modo revalorizarse cuando vuelvan a mandar 'los suyos'. Y no creo que desvaríe al pensar así dado el pelaje de los clanes que pugnan por el control del PP desde prácticamente su refundación desde la extinta Alianza Popular.
 Ahora que las tácticas de Torquemada han tomado el Palau para descubrir al topo -personalmente pienso que, desde Zaplana, esas tácticas nunca se fueron- y que se suceden los interrogatorios al estilo policial a funcionarios sin el correspondiente permiso de la Junta de Personal o el conocimiento de los sindicatos, creo que Fabra y su equipo yerran el tiro intentando cercar a un pequeño roedor, pues deberían buscar a la serpiente que, desde despachos más altos, ya ha clavado sus venenosos colmillos en el cuello del Molt Honorable.

miércoles, 15 de enero de 2014

Herman@s, el futuro distópico ya está aquí...

Lo predijeron Orwell y Huxley desde sus respectivos -aunque complementarios- puntos de vista. Vivimos al borde del (im)perfecto futuro distópico donde ya todo esté controlado por una casta superior que imponga su ley sobre la colonia de hormigas obreras. Por lo menos, vienen detectándose señales de que, al menos en España, nos acercamos peligrosamente a ello.
Hay una buena parte de la sociedad que, como en '1984', parece alienada a través de la amenaza, la represión, el miedo o el simple absentismo; se trata de los conformistas o subyugados del 'conmigo o contra mí' tan propio -por desgracia- de este país cainita y guerracivilista. Hay seis millones de parados a los que no se les oye; la mayoría, porque no se mueven de sus casas, y el resto, porque los medios de comunicación de masas no muestran sus movilizaciones. Otros, en cambio, viven adocenados en su pequeñoburguesismo, plácidos en una falsa realidad como la de 'Un mundo feliz', ansiosos de una nueva entrega de 'Sálvame De Luxe' o del clásico futbolero por excelencia, todo con tal de no mirar hacia los lados y descubrir la vergonzosa realidad.

Pero aquí nadie se mueve, oigan. En España rozamos la antiutopía cuando permitimos que los delitos de la "casta superior" prescriban, y que los que lleguen a juzgados se sobresean, y que los pocos que se condenan acaben indultados... por esa misma casta superior. ¿Es o no curiosamente distópico el silencio cómplice de la masa ante algunas cosas que ya están pasando? ¿Soy yo o alguien más piensa que estamos apuntando a un posible futuro -muy cercano- que no me gusta nada?
En los últimos dos años y en materia de derechos sociales, laborales y civiles, en España hemos retrocedido hasta los años 80. La mayoría de los trabajadores tiene menos coberturas médicas y legales que hace treinta años. Los sindicatos son una pantomima de lo que deberían ser. La educación que reciben nuestros escolares es de las peores de Europa según muestran sus resultados a nivel estadístico. La inversión en investigación es casi inexistente. Y los impuestos siguen creciendo sin control. A consecuencia de todo ello, la juventud española se ve obligada -como sus abuelos- a emigrar para buscarse la vida en Alemania o Reino Unido preferentemente. Pero -insisto- aquí no pasa nada, básicamente porque dentro de dos meses serán Fallas, en tres la Feria de Abril y en seis los Sanfermines; y en ese lapso habrá habido un par de 'partidos del siglo' y alguna corrida -torera, claro está- que sigan anestesiando al personal.

¿Gamonal? Sí, lo de Burgos es ejemplarizante sobre cómo la ciudadanía debe reclamar y exigir sus derechos en las calles, pero mucho me temo que se quede en algo anecdótico cuando la visión que dan los medios y algunos cargos públicos es de violencia rayana en lo terrorista.